Reflexiones de una rosa (primera parte)

Hay una leve fragancia a rosas, que en el aire parece andar, sus hojas marchitas por el tiempo, y su olor parece coral, que recuerda bellos momentos que se niega a olvidar, el color perdido del sueño, que jamás pudo realizar. 

Su paso parece lento y pesado, sus huellas en algún momento se acompañan de pétalos rosados "Dónde estás querido tiempo, que te has pasado sin ver, lo grande de este amor que llevo, y se niega a florecer", aparta de mi pensamiento lo inmenso de este gran ser, que con el paso del tiempo han obligado a crecer. El presente se presenta con la firma del pasado, y el futuro es tan confuso, como un sueño marchitado. 

Qué le pasa al Dios luz, que jamás me ha iluminado, dejando siempre mi mente en un profundo letargo; he pagado vida con vida, he aceptado culpas del pasado, quién pagará en el futuro, mi presente marchitado. El amor que llevo dentro no es un trozo de papel, es mucho más profundo que un simple querer. No crece de ilusiones, ni se alimenta del pasado, vive con la esperanza de lo que otros le han dado. No reniega de la vida y da lo que le han negado, pone la otra mejilla y continúa caminando... Camino que el tiempo perdió, con frases sangrantes de algún pecado, quién le dará la respuesta de lo que siempre ha buscado. Buscar que parece eterno, de sueños impostergados, dándole tiempo al tiempo, y un poco de tiempo al pasado.  Pasado que tanto pesa que siempre me ha acompañado, más fiel que mis pensamientos, más firme que lo anhelado,  anhelo de sueños perdidos, de tantos sueños olvidados, guardado en lo más profundo, en donde nadie a llegado.  Llegar que parece lejos, prohibido e inesperado, mundo lleno de sorpresa que pocos han visitado. 

Visita que nunca aprecian con los ojos del amor, de allí que jamás conozcan lo que guarda mi corazón.  Corazón abierto en el pecho, amurallado con grandes paredes, en él no entra quien quiere, sino el que simplemente puede.  

Poder que en el camino pierden, falta de fuerza y valentía, yo simplemente he creído que es falso lo que sentían.  

Sentir que sólo yo aprecio, en mis noches de vigilia, cuando algún sueño atormenta recordándome una herida. 

Herida enorme como el tiempo, que te has negado a cerrar, cómo quieres que te cure si te niegas a olvidar.  

Olvido que parece imposible, por lo que suele llegar, que te ha costado una vida y no has podido pagar. 

Pagar que ha sido costoso, una vida no bastará, lo he comprobado con el tiempo que pareciera no andar.  

Andar que se ha hecho pesado, largo como el mismo tiempo, llevando este gran silencio que me ha quemado por dentro. 

Dentro que sólo hay dolor, y un profundo lamento, que lleva tú nombre en la piel, y tu partida en mi pecho.  Pecho ofrecido abierto para refugiar cada sueño, que nunca quisiste ver, ni aceptaste en tu lecho.  Lecho que sólo querías para llenarme de besos, sin importar un poquito lo que yo estaba sintiendo. 

Sentir profundo y real de quien te amamos por dentro, que cree más en tus ojos, que en lo que dicen tus besos.  

Besos llenos de deseos, que sólo hablan de piel, a mi manera alejados del verdadero querer.  Querer que quiero sincero, puro y fuerte como el amor, dispuesto a darme la vida, si te parece mejor... 

11:25 pm. 5/7/1995